El escuchón 2
Como si te hiciera falta. ¡Ay, no mames, no lo niegues! ¿A poco no sientes rico cuando te mando a la verga y me largo con mis compas? Si hasta parece que te gusta, me cae. Y ni pedo regreso, ¿eh? Nomás salgo, como quien dice, a orearme. Nomás a serenarme para seguir aguantando tus desmadres.