Gilbert, Sullivan y Grossmith, el humor victoriano
De ahí, diría Bergson, la risa es ineludible, al cambiar los referentes morales y sociales del espectador. Además, las composiciones de Sullivan eran sencillas y pegajosas: el público las tarareaba durante y después de la función. 16 obras escritas en conjunto son las que dan fama universal a estos creadores sin par.