Poemas

Viñeta griega

El mito       late aun en la yugular de los héroes,
en sibilino canto de sirenas,
en la fugaz pupila de Polifemo
Sacra ambrosía de humana imaginación
escurridizo molde aliado de bardos y rapsodas
pule la palabra
para escanciar su esencia
Entre dioses de terrenales proporciones
espejos de reluciente bronce
las musas moran entorno sus manos
aman sobrio manantial que de ellas mana
teje con ardor plateado cantos que incendian
oídos y encajes
su voz
abre surcos al aroma de la noche
emergiendo como lecho
en la dulce oscuridad se desvanecen muros y rezuman pasiones
licor de cálido paladar
y al descender el sueño que invade los sentidos
pacificando volcánico furor del borbollón de cuerpos
fragmentos de Dionisio deambularán erguidos
en extática ensoñación

Vuelo

Ondeando en el profundo azul del cielo
trazos de silueta en pausada espiral
majestuoso cruce en el horizonte
danza que rescinde el flujo del tiempo
marca, signo tutelar del silencio
abre fisura al reflujo del pensar
abre tersa absorción en esa brecha
en que la forma juega con el vacío
bosquejo de sutil poema en el aire
hilvanando líneas no visibles
despojadas de toda atadura
como oriundo lenguaje ancestral
“las aves al volar no dejan huella.”

Ucrania 

El espíritu de Héctor reencarna
en la nación que un tridente sostiene,
no con broncíneas espadas ni yelmos,
ni frente al Pelida de ligeros pies,
la lucha es hoy contra un titán invasor,
contra misiles teledirigidos
drones de la muerte y tropas infames.
A la resistencia se une Helena
de níveos brazos que empuña las armas
ante feroz, brutal guerra delirante.
(Belleza, crisálida combativa).
*
En el precipicio de la violencia
la sangre vertida se vuelve causa.
No por heroísmo o vana posteridad.
Se juegan las entrañas en el frente.
El cuerpo entra en frenesí de venganza
o justicia, no divina, humana
y como prenda inmolarse en el fuego
de la metralla sobre las trincheras,
destrozar rostros visibles del Otro
por soberana supervivencia del clan
preciado tesoro de combatientes
el vivaz resplandor del territorio.
*
Sin el favor de dioses del Olimpo
en ojo del huracán, vorágine
terrenal de naciones al ataque.
Tocan tambores de guerra en Europa.
Soterradas ofrendas a furtivo dios
que rige hambriento de oro y poder
entre bruma fantasmal de modernidad,
donde verdadera utopía es la paz.


1 Commentario

  1. Martha Aguilera Peña

    Felicitaciones, Celso Grande. Tus letras me invitaron a viajar por dimensiones desconocidas y realidades indeseables.

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