Hoja de lata

Hoja de lata

Hoja de lata En qué momento de tu vida  llegó el juguete a tus manos, es impreciso. Eso fue hace más de un lustro y medio siglo.   No te…
La antífona de Grilia

La antífona de Grilia

Pero él se alejaba lo más que podía, confinado a la ventanilla, para observar el exterior mientras se colocaba los audífonos o retiraba con el cúter la cubierta de algún libro nuevo que leería por varios días al regresar a casa. Soñaba en publicar una obra excepcional; quería ser escritor.
La literatura fantástica y El reflejo de lo invisible

La literatura fantástica y El reflejo de lo invisible

No es el caso de los cuentos de Hans Christian Andersen y los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm (s, XIX), ni de los cuentos de Las mil y una noches (s. XIII), de autor anónimo. Tampoco de los vampiros de la historia de la literatura. (No me refiero a las malas películas ni a los disfraces y máscaras de Halloween que no son más que productos para vender.) Con ayuda de estos últimos personajes sui generis desarrollaré mi planteamiento, a pesar de que no toda la literatura fantástica es de vampiros.
Fantasmas

Fantasmas

Sufranski decía que escapamos al poder del origen gracias al don del olvido. Somos escapistas del todo, entes con el don de la desmemoria. Escapistas universales. Artistas del fracaso. No hay condición en este país para la memoria, todo se disipa como el poema de Paz. Aunque cada determinado tiempo festejamos alguna fecha como un antecedente histórico de algo. Días que sirven para el asueto. El festejo del olvido, como un carnaval de fantasmas que se desvanecen después de la cuarta cerveza. 
Algunas cartas de Saint-Exupéry a su madre

Algunas cartas de Saint-Exupéry a su madre

Es terrible dejar detrás de sí a alguien que necesita de uno como Consuelo. Se siente entonces la enorme necesidad de volver para proteger y amparar, y uno se arranca las uñas contra la arena, esta arena que le impide cumplir con ese deber… y uno movería montañas, pero de quien yo tenía necesidad era de usted; era de usted la que me protegería y me ampararía, y entonces la llamé con un egoísmo de cabrita.
El Escuchón / 1

El Escuchón / 1

Y luego ya los dos, pinches locos, se empezaron a reír, así de huevos. A carcajearse, ahí enfrente de mí, pinches monos mamones. Y ya el vigilante cerró, sin decir nada más y sin hacerla de pedo. Y aquel cabrón se quedó ahí parado, todo pendejo, con su pinche foldercito bajo el brazo. Pinche güey: la caga.
Elene Bezkro

Elene Bezkro

La extranjera fue identificada por documentación que portaba entre sus pertenencias. El cuerpo fue trasladado al forense para la autopsia de ley, a la espera de conocerse la causa exacta de su fallecimiento y la identificación formal por parte de sus familiares.
Ennoblecer el culo

Ennoblecer el culo

De gracia divina son las noches en que asisto y exploro el ojal con que se abrochan mis nalgas. Comienzo con los dedos, lo reviso a manera de texto con técnica braille; lectura reconfortante para sentidos aneblados, cuya sapiencia excrementicia desvela verdades que enhiestan el espíritu. Una vez palpitante, con sus pliegues a flor de piel, prosigo a observarlo deleitosamente con mi espejo de maquillaje. Es un sol oscuro.